Vuelo recto y nivelado del avión – técnica de vuelo
Vuelo recto y nivelado del avión – técnica de vuelo
Es imposible enfatizar lo suficiente la necesidad de la formación de hábitos correctos en el vuelo recto y nivelado. Todas las demás maniobras de vuelo son en esencia una desviación de esta maniobra de vuelo fundamental. Muchos instructores y los pilotos alumnos son propensos a creer que la perfección en vuelo recto y nivelado vendrá de por sí, pero ese no es el caso. No es
raro encontrar a un piloto cuya capacidad de vuelo básica cae justo por debajo de los estándares mínimos esperados, y al analizar las causas de las deficiencias se descubre que la causa es la incapacidad de volar recto y nivelado correctamente.
En vuelo recto y nivelado es el vuelo en el que se mantienen un rumbo y altitud constante. Esto se logra al hacer correcciones medidas e inmediatas por desviaciones en la dirección y la altitud debido a virajes, descensos y ascensos leves no intencionales. El vuelo nivelado, al principio, es una cuestión de fijar conscientemente la relación de la posición de una parte del avión, que se utiliza como punto de referencia, con el horizonte. Al establecer los puntos de referencia, el instructor debe colocar el avión en la posición deseada y ayudar al piloto en la selección de los puntos de referencia. El instructor debe ser consciente de que no hay dos pilotos que vean esta relación exactamente igual. Las referencias dependerán en donde está sentado el piloto, la altura (ya sea bajo o alto), y la forma del sentarse del piloto. Es importante, por lo tanto, que durante la fijación de esta relación, el piloto se siente de manera normal, de lo contrario los puntos no serán los mismos cuando retome la posición normal.
Al aprender a controlar el avión en vuelo nivelado, es importante que se enseñe al alumno a mantener un agarre suave de los controles de vuelo, y que las fuerzas de control deseadas sean ejercidas suavemente y sólo lo suficiente para producir el resultado deseado. El piloto debe aprender a asociar el movimiento aparente de las referencias con las fuerzas que lo producen. De
esta manera, el alumno puede desarrollar la habilidad de regular el cambio deseado en la actitud del avión por la cantidad y dirección de las fuerzas aplicadas a los controles sin la necesidad de mirar los instrumentos o referencias externas por cada corrección menor.
La actitud de cabeceo para el vuelo nivelado (altitud constante) se obtiene generalmente mediante la selección de una cierta parte de la nariz del avión como punto de referencia, y luego manteniendo ese punto en una posición fija con respecto al horizonte. Ver figura.
Utilizando los principios del vuelo por actitud, esa posición debe ser cotejada en ocasiones contra el altímetro para determinar si la actitud de cabeceo es correcta. Si se gana o pierde altitud, la actitud de cabeceo debe reajustarse en relación con el horizonte y luego volver a comprobar el altímetro para determinar si ahora se está manteniendo la altitud. La aplicación de presión hacia delante o hacia atrás sobre el elevador (timón de profundidad) se usa para controlar esta actitud.
La información de cabeceo obtenida del indicador de actitud también mostrará la posición de la nariz con respecto al horizonte e indicará si es necesario presión sobre el elevador para cambiar la actitud de cabeceo para volver al vuelo nivelado. Sin embargo, la referencia primaria es el horizonte natural.
En todas las maniobras normales, el término “aumentar la actitud de cabeceo” implica levantar la nariz en relación con el horizonte; el término “disminuir la actitud de cabeceo” significa bajar la nariz.
El vuelo recto (vuelo nivelado lateralmente) se logra mediante la inspección visual de la relación de la punta de las alas del avión con el horizonte. Ambos extremos del ala deben ser equidistantes por encima o por debajo del horizonte (dependiendo de si el avión es de ala alta o de ala baja), y los ajustes necesarios deben realizarse con los alerones, teniendo en cuenta la relación de la
presión del control y la actitud del avión. Ver Figura.
El piloto debe entender que cada vez que se inclinan las alas, aunque muy levemente, el avión vira. El objetivo del vuelo recto y nivelado es detectar pequeñas desviaciones de vuelo nivelado lateralmente tan pronto como se produzcan, necesitando sólo pequeñas correcciones. Se debe hacer referencia al indicador de rumbo para notar cualquier cambio en la dirección.
Observando continuamente las puntas de las alas tiene otras ventajas aparte de ser el único control positivo para nivelar las alas. También ayuda a desviar la atención del piloto de la nariz del avión, impide una mirada fija, y automáticamente expande el área de visión del piloto mediante el aumento del campo de visión que cubre el piloto. Al practicar vuelo recto y nivelado, las puntas de las alas se pueden utilizar no sólo para establecer la actitud nivelada lateral o alabeo de la aeronave, sino en menor grado, la actitud de cabeceo. Esto se indica sólo para asistencia en el
aprendizaje de vuelo recto y nivelado, y que no es una práctica recomendada en las operaciones normales.
El alcance de la visión del piloto es también muy importante, ya que si se obstruye el piloto estudiante tiende a mirar a un lado continuamente (generalmente el izquierdo) y por lo tanto se inclina hacia allí. Esto no sólo da al piloto un ángulo sesgado del cual juzgar, sino que también hace que el piloto ejerza presión inconsciente sobre los controles en esa dirección, lo que resulta en arrastrar un ala.
Con las alas aproximadamente niveladas, es posible mantener vuelo recto simplemente ejerciendo las fuerzas necesarias sobre el timón en la dirección deseada. Sin embargo, el instructor debe señalar que la práctica de utilizar el timón por sí solo no es correcta y puede dificultar el control preciso de la aeronave. El vuelo recto y nivelado casi no requiere la aplicación de presiones de control si el avión está bien compensado y el aire es suave. Por esa razón, el alumno no debe
formar el hábito de mover innecesariamente los controles en forma constante. El alumno debe aprender a reconocer cuando son necesarias las correcciones y, a continuación, hacer una respuesta medida tranquila y naturalmente.
Para obtener la concepción apropiada de las fuerzas requeridas en el timón durante el vuelo recto y nivelado, el avión debe mantenerse nivelado. Uno de los errores más comunes de los pilotos es la tendencia a concentrarse en la nariz del avión y tratar de mantener el nivel de las alas observando la curvatura del capot de nariz. Con este método, la línea de referencia es muy corta y la desviación, en particular si es pequeña, puede pasar desapercibida. Además, una pequeña desviación del nivel, por esta línea de referencia corto, se hace considerable en las puntas alares y resulta en el arrastre considerable de un ala. Esta actitud requiere el uso de timón de dirección adicional para mantener el vuelo recto, dando una falsa concepción de fuerzas de control neutras.
El hábito de arrastrar un de las alas, y compensar con presión del timón, si se le permite
desarrollarlo es particularmente difícil de sacar, y si no se corrige dará lugar a considerables dificultades para dominar otras maniobras de vuelo.
A efectos prácticos, la velocidad se mantendrá constante en vuelo recto y nivelado con un nivel de potencia constante. La práctica de cambios de velocidad intencionales, aumentando o disminuyendo la potencia, proporcionará un excelente medio para desarrollar la competencia en el mantenimiento de vuelo recto y nivelado a varias velocidades. Cambios significativos en la velocidad, por supuesto, requieren considerables cambios en la actitud de cabeceo y compensación para mantener la altitud. Cambios pronunciados en la actitud de cabeceo y compensación también serán necesarios cuando se actúan los flaps y tren de aterrizaje.
Los errores comunes en la realización de vuelo recto y nivelado son:
- Intento de utilizar puntos de referencia inadecuados en el avión para establecer la actitud.
- Olvido de la ubicación de los puntos de referencia preseleccionados en vuelos subsiguientes.
- Intento de establecer o corregir la actitud del avión utilizando los instrumentos y en lugar de
referencias visuales externas. - Tratar de mantener la dirección utilizando sólo el control del timón.
- Volar habitualmente con un ala baja.
- “Perseguir” los instrumentos de vuelo en lugar de seguir los principios de vuelo por actitud.
- Apretar demasiado los controles de vuelo resultando en sobre control y falta de tacto.
- Empujar o tirar de los controles de vuelo en lugar de ejercer presión en contra de la corriente de aire.
- Escaneo incorrecto y/o dedicar tiempo insuficiente a la referencia visual externa. (Cabeza en la cabina.)
- Fijación el punto de referencia de la nariz (actitud de cabeceo).
- Innecesarios o inapropiados movimientos de los controles.
- Falla al realizar movimientos del control oportunos y medidos cuando se detectan desviaciones del vuelo recto y nivelado.
- Insuficiente atención a los estímulos sensoriales en el desarrollo de sensación del avión
Bibliografía.
U.S. Department of Transportation
Federal Aviation Administration